Un poema debe tener el filo suficiente para abrir la carne y llegar al alma. Autor desconocido

domingo, 28 de noviembre de 2010

Que lean...

Queridos/as estudiantes:

He venido hasta acá porque quiero hablarles de la educación, de los libros, de la importancia decisiva que tienen en la vida de los pueblos y de las personas, y de la que han tenido en mi vida.

Han pasado tantos años y sin embargo aún conservo el recuerdo de mi escuela de Rojas y de aquel colegio de mi adolescencia donde, igual que ustedes, fui conducido a los umbrales del pensamiento y de la imaginación. Con una mezcla de rigor y de ternura nuestras maestras y nuestros profesores nos enseñaron a buscar la verdad, a la vez que se iba formando nuestro espíritu con valores esenciales. Junto a los saberes que integran la educación básica, ellos nos transmitieron algo de la heroica epopeya del hombre. A menudo nos sentíamos extraviados ante aquellos acontecimientos cuyos motivos últimos, sin duda, sobrepasaban lo que podíamos comprender. Por esos relatos, llenos de peligro y de pasión, lograban suscitar nuestro asombro, que es la piedra angular de la verdadera enseñanza. En aquel tiempo, se forjaron las ideas esenciales que me acompañaron a lo largo de la vida, y se echaron las raíces de todo lo que tuvo que ser.

Por eso he venido hoy, especialmente, para hacerles un pedido: les quiero pedir a los chicos y a los jóvenes, con la autoridad que me dan los años, que lean. Yo también he leído de chico, y fueron los libros quienes me ayudaron a comprender y a querer la grandeza de la vida. Quienes sembraron en mi alma lo que luego los años pudieron expandir. Leía cuanto llegaba a aquellas bibliotecas de barrio, donde primero a través de libros de aventuras, y luego, porque un libro lleva, inexorablememte, a otro libro, a través de los más grandes de todos los tiempos, esos que nos entregan los abismos del corazón humano, y la belleza y el sentido de la existencia.

Leer les agrandará, chicos, el deseo, y el horizonte de la vida.

Leer les dará una mirada más abierta sobre los hombres y sobre el mundo, y los ayudará a rechazar la realidad como un hecho irrevocable. Esa negación, esa sagrada rebeldía, es la grieta que abrimos sobre la opacidad del mundo. A través de ella puede filtrarse una novedad que aliente nuestro compromiso.

Privar a un niño de su derecho a la educación es amputarlo de esa primera comunidad donde los pueblos van madurando sus utopías.

Créanme, es necesario que nos dejemos todos empapar por la utópica búsqueda de una gran educación para nuestros chicos.

Lo he dicho en otras oportunidades y lo reafirmo: la búsqueda de una vida más humana debe comenzar por la educación. Como supo señalar Simone Weil, su tarea es "preparar para la vida real, formar al ser humano para que él mismo pueda entretejer, con este universo que es su herencia, y con sus hermanos cuya condición es idéntica a la suya, relaciones dignas de la grandeza humana".

Ernesto Sábato

jueves, 25 de noviembre de 2010

Resistamos

Vuelvo inevitablemente una y otra vez a mis obsesiones, a mis dolores.
Leí La Resistencia de Sábato y de pronto una honda tristeza estremeció mi pecho. Una especie de melancolía primigenia, de angustia compartida al leerle. Mas un dulce aliento me reconfortó, alivió mi corazón magullado. Somos muchos los que ansiamos un mundo más humano, más digno.

Un mundo donde no haya nadie que le falte donde vivir o que comer.
Donde los hombres tengan educación adecuada para llegar donde sus capacidades le permitan.
Donde haya aire limpio, donde se escuche la voz del otro sin necesidad de gritar por ruido o sordera interior.
Donde se respete al anciano, al inválido, al débil mental, al esquizoide, al ignorante y al petulante.
Donde cada hombre pueda conocer el Bien y el Amor.
Donde se busquen y admiren las actividades que nutran el espíritu humano, no las que lo vacían y alienan.

Nos queda, inmersos en este caos abrumador que vivenciamos día a día, enarbolar la bandera del amor y de la verdad, en lucha tranquila y confiada en lo que creemos y soñamos, aún así nos pisoteen, nos señalen, nos insulten y nos humillen.
Nos queda ser coherentes, honestos, actuar más y hablar menos, luchar con nuestras contradicciones.
Nos queda abrazar a nuestros amigos, a nuestra familia, como si en ese abrazo se nos fuera la vida, queriendo en un solo abrazo abarcar la humanidad toda.
Nos queda volcarnos en las aguas salvíficas de las letras, la pintura y la música, para que nos arrullen con su canto de sirenas.
En fin, mirar hacia dentro y reconocer a la criatura bondadosa que somos, y sonriéndole decir:
¡Eres capaz de más!
(marzo 2007)

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Cambio

El hombre debe comprender que nada realmente es, sino que todo cambia constantemente.
Nada permanece inmóvil. Todo nace, crece  y muere. En el mismo instante en que algo alcanza su pico máximo, comienza a declinar. La ley del ritmo está en funcionamiento continuo. No existe la realidad. Nada posee una propiedad de duración o substancionalidad. Lo único permamente es el cambio.

El hombre debe comprender que todas las cosas son producto de la evolución de otras, una incesante acción o reacción, un construir o un derribar, creación o destrucción, nacimiento, crecimiento y muerte.
Nada es real y nada subsiste excepto el cambio.

Cábala, libro sagrado hebreo.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Como una sola flor desesperada

Lo quiero con la sangre, con el hueso,
con el ojo que mira y el aliento,
con la frente que inclina el pensamiento,
con este corazón caliente y preso,
y con el sueño fatalmente obseso
de este amor que me copa el sentimiento,
desde la breve risa hasta el lamento,
desde la herida bruja hasta su beso.

Mi vida es de tu vida tributaria,
ya te parezca tumulto, o solitaria,
como una sola flor desesperada.
Depende de él como del leño duro la orquídea,
o cual la hiedra sobre el muro,
que sólo en él respira levantada.

Juana de Ibarbourou

viernes, 5 de noviembre de 2010

Enamorada


Aferrada a tu orilla cálida como el musgo a la roca
prendida de tus ojos como las estrellas del ancho cielo
sumergida en tus aguas turbulentas me consumo
hipnotizada por tu sonrisa de manzana.

Cayendo voy en un mágico agujero
donde tú eres el que recoge mis legajos,
el que sostiene mis hombros hastiados
el que explica que mi vida sea tu regalo.

                                                    (abril 2007)

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Esperanza



En esta noche ausente de olvidos
mi alma se estremece en espasmos violentos,
las lágrimas surcan mis almendras apagadas
dejan huellas indelebles en mi faz marchita.

Mis bosques frondosos de niña he perdido,
los tiernos abedules de mi tierra han sacado
envenenando mi interior con máscaras y líos
en un mar de contradicciones he quedado.



Crueles suspiros penetran en mis carnes
mis manos blancas se sacuden cual espigas
este dolor tan hondo ha quebrado mis días
ha roto mis dulces princesas en pedazos.

En mi verde refugio espero y confío
poder sentir el sol danzando a mediodía
aunque las palabras cuesten o duelan
la esperanza nunca habrá fallado.

                                                                                                                                      (abril 2007)