Me quedé reflexionando sobre el por qué de las máscaras que nos ponemos día a día, que nos impiden vivir la vida en plenitud, alejados de nuestro yo interior, y, por lo tanto, alejados del otro. Las máscaras nos desvían de nuestro verdadero ser, nos confunden y confunden al resto, extraviandonos nuestro verdadero propósito vital.
La palabra máscara proviene del mundo árabe con el vocablo "más-hara", que a su vez proviene de la voz "sáhara" (el burló) y de "sahir"(burlador) que luego fue incorporado a la lengua italiana como "maschera", derivando al español "máscara".
La MÁSCARA, por lo tanto, claramente adquiere un significado de burla, ficción, una impostura frente a la vida y un ardid para evadir la realidad.
Debemos preguntarnos ¿usamos máscaras? ¿ por qué tenemos miedo de que las personas nos conozcan tal cual somos? ¿que lleguen a nuestra esencia? ¿qué pasaría si fuéramos tal cual somos y nos sacáramos las ataduras?
Encontré un cuento muy interesante, que se los dejo a continuación:
Había una vez un hombre que había hecho siete máscaras y las usaba permanentemente. Un día entraron ladrones a su casa y se llevaron todas. El hombre, desesperado, comenzó a seguir a los ladrones al grito de: "Ladrones, ladrones, devuelvan mis máscaras, no se las lleven!". Los ladrones corrían, corrían y el hombre los seguía por toda la ciudad.
En un momento, los delincuentes se encontraban trepando por un edificio y cuando este señor que había sido robado se levantó para verlos, por primera vez los rayos del sol dieron en su cara, y, entonces por primera vez, sintió el calor del sol.
En ese instante, el hombre que hasta hacia unos instantes lloraba por sus máscaras, comenzó a gritar:"Ladrones, benditos ladrones que me han robado mis máscaras". (Kalin Gibran)
¿Cuantas veces nuestras máscaras, nuestros temores nos impiden gozar de la vida y atrevernos a ser quienes somos?
*Etimologías tomadas de la RAE http://lema.rae.es/drae/?val=mascara y de la página chilena de etimologías http://etimologias.dechile.net/?ma.scara
Una entrada muy interesante Camila, es verdad que muchas veces nos ponemos la máscara que mas nos conviene.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un día,en la lejana
ResponderEliminarsensación de mí mismo,
irrumpió la sonrisa
inerte de una máscara...
Todavía contemplo
mi alma allí espejada;
frondosas telarañas
recubren la pared...
Souvenir de algun sitio
en el que nunca estuve,
está situada justo
donde la imaginé.