Un poema debe tener el filo suficiente para abrir la carne y llegar al alma. Autor desconocido

lunes, 12 de agosto de 2013

Papá


He visto tu rostro cansado, agrietado por los surcos que deja la vida.
He visto tus ojos verdes sufriendo en silencio lo que el corazón no se atreve a pronunciar.
He visto tu sonrisa revivir como en los tiempos en que era un niña maravillada por la vida.
He deseado darte un abrazo y decirte cuanto te quiero, cuando deseo echar el tiempo atrás, cuando añoro la complicidad de la que gozábamos en mi tierna niñez.
He deseado sentarte a tu lado, acurrucarme y darte ánimos cuando te he sentido flaquear.
He deseado perdonarte, y fundirme en un abrazo contigo,
 mientras lloramos juntos lo que hemos callado durante años, Papá.


2 comentarios:

  1. quizá haya un dios allá arriba.

    Pero todo lo que he aprendido sobre el amor

    fue cómo dispararle a alguien que ha desenfundado más rápido.

    No es un lamento que oigas por la noche.

    No es nadie que haya visto la luz.

    Es un frio y roto aleluya.


    Aleluya…

    (leonard Cohen)

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  2. Hola Camila, no se si tu entrada es una realidad del momento o pasada pero si es de ahora "fundete en ese abrazo tan deseado y habla, llora, anima".
    Un beso

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