Un poema debe tener el filo suficiente para abrir la carne y llegar al alma. Autor desconocido

jueves, 28 de octubre de 2010

Miedo

Recoge mi alma de sus tinieblas infernales
 sacude mis embrollos retorcidos
que brota de mis huesos ese dolor soterrado
esa angustia del tiempo no vivido, de los años malgastados
de la mano no tendida y del corazón no volcado.

Levanta mi cuerpo cansado, mis manos llagadas, mi frente cabizbaja.
Tengo miedo de los hombres que gritan y circulan
de los ojos sin vida, de las caras muertas.


Polvo y cemento.

Frío y cansancio.

Mis ojos se pierden en el espacio agigantado, abultado,
enceguecida por la luz del pútrido circo humano.

                                                                                                                                         (abril 2007)

5 comentarios:

  1. Bello texto, quizás porque en su dureza habita también una cierta ternura y desamparo.
    Gracias y felicitaciones.

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  2. Gracias Vigilia, son muy reconfortantes tus palabras.

    Saludos

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  3. Es fascinante como puedes transmitir aquel mensaje tan profundo a través de este poema. Me he quedado maravillado.

    Gracias por publicarlo.

    LISÍSTRATO

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  4. Gracias Lisístrato. Me da mucho ánimo para seguir escribiendo.

    Saludos

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  5. "tengo miedo de los hombres que gritan y circulan..."

    Me parece un verso buenísimo,que define la percepcion que,por ejemplo yo,tengo de uno de mis miedos.
    Mi mas sincera felicitación por lo que y cómo escribes.Salud.

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